Abraham viajaba en su carro con destino a la casa Silvia, de su novia, el reloj marcaba las 9 de la noche, se había retrasado en su cita; iba apresurado para poder llegar; un fenómeno inusual que surcó el cielo aquella noche en Lima era la causa del retraso de casi una cuarenta minutos; muchas personas se había detenido en el tráfico para poder ver aquel meteoro que iluminó el cielo peruano y que tomó a todos por sorpresa.
Al llegar a la casa de su novia bajó, cuando tocó el timbre salió un hombre quien él desconoció, no se trataba de nadie de la familia de Silvia; sin embargo, de lo que sí se dio cuenta fue que el hombre era invidente, sus ojos estaban completamente blancos, con carencia de pupilas e iris, el hombre lo tomó por el cuello apretando con fuerza, casi ahogándolo, después de unos segundos de asfixia lo lanzó enfurecido hacia la calle, entró a la casa y cerró la puerta dando un fuerte portazo.
Abraham se levantó desconcertado y aun con problemas para poder respirar por la acción física de aquel sujeto; apenado además por aquella situación; en ese momento una persona que pasaba se acercó a ayudarlo, lo identificó de inmediato, se trataba de Andrés quien vivía en la casa contigua a la de su novia, el joven de cabello rojizo lo ayudó a incorporarse, sin embargo para sorpresa de Abraham el muchacho tampoco lo reconocia y sus ojos también se encontraban completamente en blanco, algo que no era normal, pues el vecino aquel era un viejo conocido suyo y no le recordaba esa característica; dijo que no entendía lo que ocurría, que qué era lo que pasaba, y le llamó por su nombre preguntandole si no se había enterado de algo; Andrés le preguntó que por qué tenía los ojos así, con esa característica tan extraña. Abraham respondió que él tenía la misma duda, que cuál era la razón, por la que tanto el hombre de la casa como él tenían los ojos blancos, si antes no los tenía así; el muchacho respondió que así eran los ojos que todos, que no tenían nada de raro que en cambio, el círculo negro que se veía dentro de sus ojos era algo aterrador y escalofriante.
Antes de poder hacer la pregunta sonó el teléfono de Abraham, lo sacó de su bolsillo, al momento en que iba a responder la llamada, el muchacho se alejó corriendo espantado. Abraham se dio cuenta que la llamada era del número de su novia, contestó a la vez que veía como Andres corría hasta llegar a su casa y encerrarse en ella. Silvia por su parte le preguntó muy angustiada:
“¿Dónde estás?, estás bien, tenía mucho miedo que algo te hubiera ocurrido, ¿por qué no has llegado?.
Le respondió que se encontraba enfrente de su casa en la calle, que había llegado pero que su pariente lo había atacado, Silvia le dijo que no entendía lo que decía, añadiendo además que iba a salir para verlo. La puerta se abrió y Abraham pensó que podría ver a Silvia, sin embargo lo que vio salir fue a un agresivo perro que se lanzó en su contra sin perder tiempo se echó a correr para alejarse de aquel animal que ladraba salvajemente.
En el teléfono Silvia le preguntaba angustiada que qué ocurría, qué dónde se encontraba, que por qué ladraba un perro, que no entendía qué estaba pasando. Abraham al estar a salvo le explicó que de la casa había salido un perro agresivo que lo liberó el hombre del que le había contado. Ella respondía que estaba en la puerta de su casa, que ahí estaba el auto y que tenía las llaves puestas, que dónde estaba.
Abraham al ir caminando por la calle se dio cuenta que las personas con las que coincidía en la calle se alejaban con miedo de él al verlo hablar por teléfono, además de que todos tenían los ojos blancos, sin pupilas ni iris.
Ella le dijo que debía colgar, que algo estaba grave ocurriendo y que lo estaban diciendo en la televisión. Tras varios minutos el telefono volvio a sonar, de nueva cuenta era su novia, quien le dijo que en la televisión estaban informando que muchas personas estaban siendo reportadas como desaparecidas por sus familiares tras el paso del bólido, algunos al igual que Abraham habían llevado sus autos hasta sus casa, pero ellos no aparecian por ningun lado, y al igual que él varios habían logrado comunicarse por teléfono con sus parientes, algunos contando historias terribles, sobre estar en situaciones de peligro y horror, siendo atacados por bestias nunca antes vistas; él la interrumpió y le contó sobre los ojos de las personas, le explicó que las personas carecían de pupilas e iris, pero que sin embargo podían ver; le contó sobre la actitud de Andrés al verlo recibir la llamada.
Ella respondió que en la televisión algunos periodistas aseguraban que aunque el gobierno lo negaba, lo más seguro era que el paso del bólido, habría cambiado a una realidad paralela a todas esas personas que se estaban reportando como desaparecidas, que no había otra posible explicación. Que aunque aquello era algo increíble y terriblemente siniestro no cabía otra respuesta, que de momento no tenía manera de regresarlos al universo original pues el colapso de dimensiones habría sido provocado por aquel meteoro que surcó el cielo de Lima, aparentemente por condiciones naturales, aunque con resultado antinatural para muchos peruanos.
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