Hipólito, había llegado de Hidalgo vivía junto a otros conocidos de su estado, ellos mismos lo acomodaron en el trabajo donde estaban. El empleo se trataba de hacer limpieza en un importante edificio en el horario nocturno, su primer día el encargado de personal le comentó que el décimo piso sería su responsabilidad junto a José, Benito y Miguel; así los 4 tomaron el elevador y llegaron a dicho nivel.
Benito era el mayor de los 4, tenía 42 años y 8 trabajando en ese edificio, José y Miguel empezaban ese día al igual que Hipólito, todos se pusieron a hacer sus labores bajo las instrucciones de Benito, cerca de la una, una fuerte lluvia inició, Benito los instó a apurarse en las labores para terminar cuanto antes.
Para la 1:30 ya habían terminado, por lo que Benito les dijo que bajaran por las escaleras e Hipólito le preguntó que por qué no usaban el elevador, añadiendo que cuando limpió los baños el ascensorista que se estaba arreglando el uniforme le comentó que estaba por iniciar su turno y que si necesitaban algo él podía ayudarles.
Miguel les compartió que cuando aseaba la sala de juntas el mismo señor había entrado y le comentó que estaba haciendo el recorrido de las 11 y que si se les ofrecía algo podían decirle, que estaría en el elevador.
Ante eso Benito, les dijo:
«Ese señor que ustedes dicen que vieron era don Antonio, el murió el año pasado, aquí en este edificio, yo lo conocí, era muy enojón, todos le atribuían su mal carácter a la diabetes que padecía; en vida era una persona muy déspota y prepotente, a los compañeros siempre los trataba mal, con gritos e insultos, a la gente que venía de fuera les ponía apodos, en su juventud trabajó en el otro lado, así que aprendió el idioma y cuando lo deportaron regresó y consiguió este empleo, con algunos oficinistas hablaba en inglés, yo lo escuché las veces que se quedaban trabajando hasta tarde; ya estaba viejo pero nunca entendió que no puedes burlarte de nadie, además era interesado, de esa gente que no te quieres encontrar, los problemas de salud de don Antonio comenzaron cuando acusó de robo a unos jóvenes y estuvieron detenidos en la seguridad interna del edificio; minutos después se encontró lo que faltaba y los liberaron”.
Hipólito era el más intrigado por la historia y cuestionó que qué se había perdido, Benito le dijo que cuando Antonio hizo su recorrido de las 11 notó que faltaba una computadora portátil, por lo que de inmediato reportó el faltante y la seguridad interna del edificio llevó a los intendentes a la caseta, para revisar sus pertenencias mientras varios oficiales revisaban en los otros pisos, en ese turno había una chica, estaba embarazada, pero al parecer ni ella lo sabía, ahí mismo comenzó a sentirse mal, pero don Antonio decía que estaba fingiendo para que no llamaran a la policía, la pobre muchacha pronto tuvo una hemorragia, fue entonces cuando pidieron una ambulancia, al llegar se la llevaron, pero antes de eso, encontraron tirada en el suelo la nota de un oficinista donde avisaba que se había llevado la computadora a su casa para terminar unos pendientes del trabajo.
«Después de eso, supimos que la muchacha había perdido al bebé que esperaba y aunque todos decían que era por la injusta acusación de don Antonio, a él parecía no haberle afectado, siguió con su misma actitud grosera y déspota con la gente; el día que murió reportó haber visto a una mujer en las oficinas después de que el personal terminó la limpieza».
Al llegar a la planta baja Miguel interrumpió la narración de Benito y cuestionó que de qué había muerto el hombre, por lo que respondió que lo habían encontrado muerto en el elevador y lo descubrieron porque el ascensor subía y bajaba desde el sótano hasta el último piso; varios compañeros dijeron que al abrir las puertas del ascensor lo encontraron como si se estuviera cubriendo la cara y que su rictus era de un profundo terror, lo primero que pensaron era que habría sufrido un ataque al corazón al no poder controlar el elevador, pero después se dijo que su cuerpo tenía ya al menos 5 horas de muerto.
«Algunos compañeros decían que la mamá de la muchacha que perdió a su bebé era curandera y que en venganza le habría hecho un trabajo a Don Antonio, entregándoselo a alguno de los demonios que le ayudaban en sus trabajos, ellos te observan, los demonios y si sabes cómo hacerlos llegar a ti, puedes hacer mucho daño, dicen que el alma de don Antonio sigue aquí porque su familia le hace rosarios cada mes para que su alma descanse, por ello el demonio no ha podido llevársela, pero imaginen que pasara cuando su mujer muera, su alma irá a parar al mismísimo infierno.
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